Memorizar las preguntas de los test o intentar copiar de alguna forma en el examen teórico del carnet de conducir ya no va a servir de nada para intentar aprobar. De hecho, estas son dos de las principales prácticas contra las que se pretende luchar con los cambios que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha introducido en sus exámenes.
En primer lugar, el banco de preguntas que realizarán en las pruebas teóricas aumenta de 800 a 15.500, para evitar que los alumnos se limiten a prepararse, en las autoescuelas o por su cuenta, haciendo test y memorizando las respuestas.
El objetivo, tal y como afirman desde la propia DGT, es que el aspirante realmente estudie y asimile todos los conceptos y contenidos de la parte teórica no sólo para prepararse un examen, sino porque son la base fundamental e indispensable de cualquier conductor.
Igualmente, está previsto que, a partir de 2013, esta prueba se realice siempre frente a una pantalla de ordenador. El objetivo es que sea un sistema informático el que elija, completamente al azar, las 30 preguntas que deberá responder el alumno.
Este hecho asegura que sea prácticamente imposible que aparezcan exactamente las mismas opciones en los ordenadores y se evita que los aspirantes intenten o puedan copiarse unos de otros.
No obstante, se mantiene el número de fallos permitidos hasta ahora que, igualmente, no restarán puntos: sólo se podrán cometer tres errores.
Por otra parte, el examen práctico también sufrirá algunos cambios. Se mantienen los 25 minutos de duración, pero los primeros 10 minutos se dedicarán a que el alumno conduzca libremente hacia un lugar que conozca sin ningún tipo de indicación. Igualmente, al final de la prueba, el examinador estará obligado a explicarle al alumno las razones por las que haya suspendido, en caso de que haya sido así.
Para el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), José Miguel Báez, las mejoras introducidas en la parte práctica son muy positivas, ya que durante los 10 primeros minutos de toma de contacto el alumno "podrá relajarse" y la didáctica del final resulta fundamental para "aprender de los errores que haya podido cometer".
Imagen: Autoescuela ABS